Las mocedades del Cid







En esta ocasión, y por vez primera en la compañía, acometemos nuestro primer texto del Siglo de Oro. Adaptamos la célebre obra del autor valenciano Guillem de Castro, uno de los miembros de la Escuela de los Nocturnos que tanto influyó a Lope de Vega. Este texto de gran acogida desde su estreno, sirvió además de inspiración, cuando no fue trasladado simplemente al pie de la letra al francés, a Pierre Corneille en su obra Le Cid.

Retomando leyendas cidiacas, el texto nos presenta la gestación del uno de los héroes más famosos de nuestra historia, Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, que tanta y tan buena literatura ha propiciado. Destacamos, como es obvio, el Cantar del mio Cid, cantar de gesta que nos ha servido como punto de partida para el planteamiento dramatúrgico.

Parte del éxito de la obra reside en que lejos de tratarse solo de una obra de exaltación del héroe castellano, se plantea el tema del la limpieza del honor por mediación del derramamiento de sangre y las trágicas consecuencias que esto produce. Este tema, siempre con consecuencias violentas, es clave para entender gran parte de las tramas del teatro aúreo, es reflejado en la obra con gran acierto y sensibilidad; somos testigos de la agonía de los personajes, ante las contradicciones en las que caen por la imposición de los preceptos de tan duro código moral. Asi pues, el interés de esta obra no es por los personajes que trata el autor, sino por los carácteres que traza.

Es tanta la leyenda que envuelve al personaje del Cid, que es difícil distinguir entre lo literario y lo histórico. Tanto nosotros, como Guillem de Castro, solo nos centramos en el Cid literario sin pretender hacer una reconstrucción historicista de su vida, sino una plasmación dramática de su leyenda, sin que por ello los caracteres trazados dejen de ser representaciones humanas creíbles y alejadas del retrato mitológico que en ocasiones les ha rodeado.

Como actores es una necesidad, al margen de un reto, hacer que nuestros clásicos sean obras vigentes, renovadas en cuanto a sus posibles lecturas, manejo del verso, puesta en escena y, nuestro más principal objetivo, plantear cual es su mejor acercamiento al público actual. Nuestra linea de trabajo se enmarca en los planteamientos y directrices de la afamada compañía británica Cheeck by Jowl, dirigida por Declan Donellan. Con ellos nos hemos formado y presentamos este montaje desde las conclusiones y premisas de trabajo que de ellos hemos adquirido.

SINOPSIS
La acción se centra en el Reino de Fernando I, rey de castilla y de León. Estamos en un momento convulso dentro y fuera del propio reino, donde conflictos internos se entremezclan con disputas ante otros reinos cristianos, como el de Aragón por la posesión de Calahorra, o las continuas y cruentas contiendas con los reyes moros. La acción comienza cuando el Rey Fernando nombra con honores a Rodrigo caballero, pues en él ha depositado la esperanza de convertirlo en el paladín que el reino necesita. El recelo y la envidia que esto produce en el conde Lozano, capitán de los ejércitos del reino, se ve colmado cuando el rey nombra al anciano Diego Laínez, padre de Rodrigo, Ayo del infante Sancho. Tras una discusión entre el conde y Diego Laínez, que se zanja al recibir el anciano una bofetada, este convencerá a su hijo Rodrigo para que mate al conde. El conflicto se complica al ser el conde Lozano padre de la prometida de Rodrigo, Jimena. Tras un angustioso duelo, en el que el conde Lozano es asesinado, Rodrigo es condenado al destierro.
La contradicción entre los sentimientos de Rodrigo, por un lado la obediencia filial, a su rey y por cumplir con los preceptos del honor y por otro, sus sentimientos ante Jimena, serán la base de la trama de esta obra.